Aunque los elogios del orador desgasten al pulir, el brillo de mi ego, debo aceptar humildemente que jamás fui partidario de cultivar la falsa modestia.
-No quiero una placa de bronce! -Pero por qué señor, aquí todas placas las hacemos en ese material. -He observado que cuando pasan los años, nadie las lustra.
11 comentarios:
Conozco egos de piedra que demoran mucho en desgastarse.
Aunque los elogios del orador desgasten al pulir, el brillo de mi ego, debo aceptar humildemente que jamás fui partidario de cultivar la falsa modestia.
La sobervia más sublime radica en rechazar con altivez, todo tipo de honores.
Qué rostro! Será que los políticos tienen un grupo de genes en común?
Tener facilidad en el manejo de la palabra (ser un buen orador), es un engaña pichanga (a propósito, qué es pichanga?).
Levantar la barbilla no favorece para salir bien en la foto, "señor homenaje".
-No quiero una placa de bronce!
-Pero por qué señor, aquí todas placas las hacemos en ese material.
-He observado que cuando pasan los años, nadie las lustra.
Mejor hablemos de autoestima; suena más profesional.
Le juro que he orado, pero nunca me entregaron una placa.
Cómo? En realidad de lo merece? Y entonces por qué van a dárselo?
Son todos una manga de envidiosos!
Publicar un comentario