¡¡Acá
nadie se avergüenza de sentir miedo!!
Lo
que opino sobre mí solo me importa a mí, pero lo que opinan sobre mí solo me
afecta a mí.
Con
la fidelidad monogámica los cónyuges se sienten tan dueños del otro como de la
mano que usan para acariciarse.
Los
políticos, con palabras nos dicen: “Soy el mejor”, y con hechos: “Soy el que
más ensucia”.
Los
sentimientos propios son leyes que rigen en el territorio corporal de cada uno;
fuera de él, carecen de jurisdicción.
A
los peatones y vehículos que cruzan con luz
verde, recuerden: Nadie les asegura nada. ¡No sean crédulos!
Un
mamífero califica para ingresar a la especie humana cuando reconoce que las
flatulencias solo le agradan al emisor.
Las
mujeres no sufren por los hombres, sufren por los hijos (de puta).
A
los planes perfectos se los reconoce porque son inmejorables e impracticables.
Porque
“Las dificultades que no matan, fortalecen”, Dios se especializa en
fortalecernos.
La
afinidad genital de dos personas hará que, tarde o temprano, sus intereses
personales sean complementarios.
Sobre
cómo proteger el cráneo hay dos bibliotecas.
Los
ateos no creemos que Dios Padre nos proteja, pero como es tan celoso, tampoco
creemos en otros dioses.
"Cazadas"
no es un final feliz para las personas que tan solo deseaban estar casadas.
Los
cónyuges terminan aburriéndose tanto en su cama como los cazadores
en
su corral.