Significante Nº 18

— ¡Pero señor, cruzó con la roja y mire como me dejó el coche!
— ¿A sí? Ya llamé y vienen para acá tres testigos que jurarán lo contrario.

Significante Nº 17

— ¿Bailás?
— ¡Ay no! Mirá, éste es mi novio
— ¡Mucho gusto! ¿Bailamos?

Significante Nº 16

— El que te conversé anda medio raro.
— Habrá estado haciendo de aquéllo.

Significante Nº 15

— Mi tío es un piojo.
— ¿Por qué, es amarrete o un parásito?

Significante Nº 15

— ¿Me vende un quilo de arroz?
— ¿Al final su hija se casa con el novio?
— Si, pero el arroz lo compro porque se vienen a vivir conmigo.

Negrocios inmobiliarios

La expresión popular «No tiene dónde caerse muerto» significa que ese alguien «es tan pobre que no tiene para comprar la parcela de su tumba».

Todo muy claro, muy fácil de entender, pero, por supuesto, la duplicidad de las sentencias muy elementales es infaltable.

Yo desearía ser tan pobre que no tuviera dónde caerme muerto, no por la referida adquisición del inmueble sino para no morirme.

Así como es común escuchar «no pude ir a la fiesta que me invitaron porque no tenía qué ponerme», nuestra elástica cabecita piensa, —porque no da puntada sin nudo—: «no tengo dónde caerme muerto, entonces no me moriré. Ja, ja, ja: ¡que inteligente que soy! ¡Cómo le hice trampa a la muerte! ¡Perdió! ¡Conmigo perdió la muy hija de puta!».

Este es el motivo número 16542 para ser pobre. ¡Tengan paciencia que los iremos viendo a todos!

Significante Nº 14

— Vecino, ¿puede prestarme a su señora?
— ¡Usted se ha vuelto loco!
— Entonces devuélvame la mía.

Significante Nº 13

— ¿Qué te parece si nos casamos?
— ¿Con ese o con zeta? Porque yo tengo ganas de pegarte un tiro.

Significante Nº 12

— ¿De qué color quiere que se lo pinte?
— Verde cotorra.
— ¿No será muy chillón?

— No importa. Yo soy medio sordo.

Significante Nº 11

— Yo soy casado, pero quedate tranquila que me estoy por divorciar.
— Yo soy varón, pero quedate tranquilo que me estoy por operar.

Significante Nº 10

«Hija mía, tu estás consumida porque eres una licenciosa consumada. Deberías procurar un cambio de vida con suma urgencia».

Significante Nº 9

— ¿Como te fue en tu primer día en la funeraria nena?
— El jefe me rezongó porque, acostumbrada a la rotisería, le pregunté a dos viejitos «¿Qué van a llevar?»

Combustible para un auto descompuesto

No es fácil entender por qué el psicoanálisis puede ofrecer más soluciones que la economía al problema de la pobreza.

Un ejemplo que se me ocurre es el de un vehículo que tiene mal el motor y que por eso casi no puede funcionar (el pobre estaría representado por ese vehículo que tiene mal el motor). Un buen mecánico trataría de arreglar el motor pero no se le ocurriría echarle más nafta (el mecánico que trataría de arreglar el motor es el psicoanalista mientras que el que le echaría más nafta es el economista).

Seguramente que una vez que el mecánico (psicoanalista) hubiera reparado el motor (psiquis del pobre), entonces sí haría falta tener nafta suficiente (acá sí que hace falta un economista para que el pobre tenga trabajo y pueda abandonar la pobreza).

●●●

Significante Nº 8

— Señor, levante una mano y con la otra entrégueme su billetera. Sin hacer movimientos bruscos, por favor.

— ¡Cuánta amabilidad! ¿Cómo podría negarme?

Significante Nº 7

— ¿Tiene una monedita señor?

— Yo sí ¿y usted?

Significante Nº 6

— ¿Viste que murió Fulano?
— ¡Ay, pobre! ¿Qué tenía?
— ¡Estaba vivo!

Significante Nº 5

"Ustedes no me entienden porque son unos imbéciles. Bueno, si son imbéciles esto tampoco me lo van a entender. ¡Qué tarado que soy yo también!"

Significante Nº 4

— ¿Cuándo te pensás hacer la cama?
— Cuando sea carpintero.

Significante Nº 3

—Hola Marito, soy Bibi. Demorámelo un rato más al presi que ya sabés que a él le gusta que le sea exclusiva. Demorámelo otro poquito porque todavía no pude despachar a un edil que se me puso enamoradizo. Claro mi amor, vos sos el uno. –

Dios no tiene la culpa

Según cuenta la leyenda bíblica, Dios tomó a mal que los seres humanos pretendieran llegar al Cielo construyendo la Torre de Babel. Enojado por este atrevimiento, aplicó su gran poder para que todos empezaran a hablar lenguas diferentes, cayendo en tal confusión que no pudieron continuar con el mega-proyecto.

Como mito está lindo pero no me convence.

Es fácil observar cómo los profesionales de diferentes disciplinas se inventan lenguajes que sólo ellos entienden y que los mantienen incomunicados de las otras ramas de saber volviendo casi imposible el trabajo interdisciplinario. Es obvio que las personas tendemos a la xenofobia, a la discriminación, al corporativismo y que el pobre Dios no tiene la culpa de nada.

●●●

Significante Nº 2

— Padre, vengo a confesarme.
— Con tarjeta Visa tenés hasta en 3 pagos.

Significante Nº 1

- ¿No me das una mano? No, mirá, mejor venite a vivir conmigo.

Juguemos

¿No le gustaría jugar a «los incómodos»?

Es fácil: Usted tiene que imaginarse haciendo algo que no quiere hacer. Sólo pensar. La gracia está, no en ponerse obstáculos imaginarios SINO EN SACÁRSELOS!! ¿Original verdad?

Cada uno diseña el juego que más lo moleste. ¿De acuerdo?

Los obstáculos que usted debe ir sacándose para sentirse con mucha molestia son, por ejemplo,

- Abandonar el pretexto de que no hace algo porque no tiene dinero.

- Asumir (mientras dura el juego) que la inhibición que le provoca esa particularidad personal (miopía, por ejemplo) o esa enfermedad crónica (diabetes, por ejemplo), es prejuiciosa.

- Dejar de hacer coincidir su vocación con justamente aquello que es demasiado complicado de realizar (jugar al básquetbol si mide un metro sesenta, por ejemplo).

- Abandonar el pretexto de que no enfrenta un cierto desafío porque ya (o aún) no tiene la edad adecuada.

Etc., etc.

Ya se dio cuenta de cómo es el juego. El premio consiste en poder descubrir cómo nos hacemos trampa y perdemos con nosotros mismos. ¡No es poca cosa! ¡Es más que un auto cero kilómetro (o nuevo de paquete)!

●●●